Biblioteca de trabajos realizados en el taller de escritura literaria dictado en el Centro Cultural LyF
Palabras del Armorius
En el Scriptorium, los monjes escribanos o scriptores copiaban, decoraban y encuadernaban los diferentes textos para luego conservarlos en bibliotecas o bien hacerlos circular entre los otros monasterios.
Tal vez suene paraójico, pero escribir -aunque sea un texto nuevo, como los que aquí se presentan- siempre es un acto de copia. Bien decía Bajtín que hablamos con palabras de otros. Inevitablemente, lo que digamos ya fue dicho por otro y otro nos repetirá.
Nuevo o viejo, la gran diferencia es cómo lo decimos.
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