Palabras del Armorius

En el Scriptorium, los monjes escribanos o scriptores copiaban, decoraban y encuadernaban los diferentes textos para luego conservarlos en bibliotecas o bien hacerlos circular entre los otros monasterios. 

Tal vez suene paraójico, pero escribir -aunque sea un texto nuevo, como los que aquí se presentan- siempre es un acto de copia. Bien decía Bajtín que hablamos con palabras de otros. Inevitablemente, lo que digamos ya fue dicho por otro y otro nos repetirá.

Nuevo o viejo, la gran diferencia es cómo lo decimos.  



Escribir un texto en primera persona desde el sexo opuesto.
Este ejercicio apunta a lograr personajes veraces y creibles, no ya desde lo que hacen sino desde lo que son. Para conseguir aquella credibilidad habrán de vencer los diferentes tabúes sociales y los propios.
Puede ser un monólogo, un diálogo, etc., pero en primera persona femenino si el escritor es masculino y viceversa; una especie de travestismo literario.
Luego podrán ir al psicólogo.

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