Palabras del Armorius

En el Scriptorium, los monjes escribanos o scriptores copiaban, decoraban y encuadernaban los diferentes textos para luego conservarlos en bibliotecas o bien hacerlos circular entre los otros monasterios. 

Tal vez suene paraójico, pero escribir -aunque sea un texto nuevo, como los que aquí se presentan- siempre es un acto de copia. Bien decía Bajtín que hablamos con palabras de otros. Inevitablemente, lo que digamos ya fue dicho por otro y otro nos repetirá.

Nuevo o viejo, la gran diferencia es cómo lo decimos.  



martes, junio 16, 2009

Reglas para utilizar guiones de diálogo

|

El guión largo (—) (Ctrl + Alt + -) sirve generalmente para indicar tanto las intervenciones o parlamentos de los personajes (guiones de diálogo) como los incisos del narrador. En el primer caso, el guión va pegado a la inicial de la palabra con la que comienza el parlamento, con la sangría de la primera línea del párrafo (es decir, texto «entrado»). En el segundo caso, va precedido de un espacio cuando comienza el inciso, y seguido de espacio cuando termina (este último guión sólo se emplea cuando el inciso está dentro del parlamento; cuando está situado al final nunca debe cerrarse).

Estos diez ejemplos recogen sus usos más frecuentes:

—He descubierto que tengo cabeza y estoy empezando a leer.

—Oh, gracias. Muchas gracias por sus palabras —murmuró Jacqueline.

—Somos muchos de familia —terció Agostino— y trabajamos todos.

—Seguro que, a la larga —replicó Carlota con decisión—, todo se arreglará.

—¡Sophie, vuelve! —insistía Stingo—. He de hablar contigo ahora mismo.

—¿Y tú qué entiendes de eso? —saltó Stephen—. No has leído un verso en tu vida.

—Con lo que me hubiera gustado escribir... —susurró—. Poesía. Ensayo. Una buena novela.

—Esto no puede continuar así. La cosa ha ido demasiado lejos —se levantó, al tiempo que se miraba las manos—. Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura.

—Esto no puede continuar así. La cosa ha ido demasiado lejos. —Se levantó, al tiempo que se miraba las manos—. Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura.

—Sí, amigo mío, me asombra tu valentía —dijo ella con aplomo. Y tras una breve pausa, añadió—: Admiro de veras tu sangre fría.

—Ya sé en qué está pensando —dijo la propietaria—: en el color rojo. Todos hacen lo mismo.


Es un error inadmisible usar, a lo largo de una obra de narrativa, comillas de apertura y de cierre —que aparecen sistemáticamente en obras anglosajonas, alemanas y con frecuencia, aunque no siempre, en las italianas— en vez de guiones. Las comillas deben reservarse para los diálogos sueltos que aparecen dentro de una descripción larga del narrador.

Al contrario de lo que ocurre con frecuencia en obras anglosajonas e italianas, los diálogos en narrativa irán habitualmente en punto y aparte (excepto, claro está, cuando sean breves y vayan dentro de un párrafo que es preferible no dividir; véase el punto 5). Adviértase —y esta regla debe seguirse sin fisuras— que las comillas que aparecen en los diálogos del original se sustituyen sistemáticamente por guiones, como ya hemos dicho.

Resumamos:

Es preferible usar el guión largo (—) en vez del corto (-).
Siempre el guión del comienzo de un parlamento va pegado a la primera palabra.
— Me hubieran avisado con tiempo —dijo él. (incorrecto)
—Me hubieran avisado con tiempo —dijo él. (correcto)
Cuando el parlamento se termina con una acotación del narrador, el guión de cierre es superfluo, razón por la cual se elimina.
—Me hubieran avisado con tiempo —dijo él—. (incorrecto)
—Me hubieran avisado con tiempo —dijo él. (correcto)
Cuando los guiones encierran la acotación de un narrador, siempre van pegados a ésta, y separados de las palabras del personaje.
—Calmate—dijo—.Es así; las cosas siempre son así (incorrecto)
—Calmate —dijo—. Es así; las cosas siempre son así (correcto)
Debe figurar un punto de cierre luego de la acotación del narrador y antes de comenzar la nueva oración, aun cuando el parlamento previo del personaje termine con un signo de interrogación, de exclamación o con puntos suspensivos (todos signos que habitualmente reemplazan al punto).
—¿Te fijaste? —le dije a Adela— Él tiene pelos, en las orejas. (incorrecto)
—¿Te fijaste? —le dije a Adela—. Él tiene pelos, en las orejas. (correcto)
Cuando la acotación está en medio una oración, y en caso de usar una coma, esta debe ir detrás del inciso del narrador, nunca antes.
—Señora, —el tono de Núñez era casi dolorido— tenga a bien no perturbarme (incorrecto)
—Señora —el tono de Núñez era casi dolorido—, tenga a bien no perturbarme (correcto)
Cuando el inciso no tiene relación directa con el diálogo, hay dos posibilidades:
Punto antes del inciso, que comienza con mayúscula.
—No saqué ningún pasaje. —El que estaba de pie hizo una pausa. —Además, pensaba quedarme esta noche. (correcto)
Punto después del inciso del narrador. En este caso, se está asumiendo que el verbo decir está implícito en la acotación.
—No saqué ningún pasaje —el que estaba de pie hizo una pausa—. Además, pensaba quedarme esta noche. (correcto)

Fuente: www.english-spanish-translator.org

1 comentarios:

Maria Esther Borrero Calderita dijo...

gracias por el apunte

Publicar un comentario